Es un lugar impecable y único, tiene unas vistas espectaculares al atardecer Un personal muy servicial y atento y un servicio muy buena. Una habitación lo suficientemente espaciosa, maravillosa y moderna, con una nevera, una plancha y tabla de planchar, una mesa de trabajo. La ubicación es cómoda, a 2 km está el Ile aux Lievres. Nos ha gustado la zona muy tranquila en la que está el hotel. Tiene un restaurante fantástico y un bar acogedor;))

Nos han gustado nuestras habitaciones con vistas. Desayuno genial con hermosa vista, un precio asequible. - Su personal altamente eficiente nos ayudó durante nuestra visita. - La ubicación era excelente, estaba a 20 minutos andando de la Pot-a-l'Eau-de-Vie.

La habitación era maravillosa, muy espaciosa y el personal excepcional. Ubicación increíble, desayuno bastante bueno con una cantidad enorme de comida...

El hotel era estupendo, la habitación era fabulosa con una vista encantadora y una cama super cómoda. El restaurante ofrecía una comida deliciosa con un servicio excelente. La ubicación era sensacional para visitar los pubs y los bares, ya que estaban al lado del hotel.

Para estancias familiares está bien ya que dispone de instalaciones como piscina. Cogimos la excursión para ver ballenas y nos lo gestionaron todo desde el hotel, nos llevaron y acercaron en coche privado sin cargo adicional para nosotros, por lo que íbamos para eso y estuvo bien. También disponen de piscina y jacuzzi. La habitación bastante grande y disponía de cafetera y café para cada día.

Me pareció algo caro para lo que era en sí el hotel ya que la habitación no incluía desayuno, aunque la zona de Riviere Du Loup creo que es cara por lo que no sé si estaba o no en el precio.

Habitación amplia y limpia, baño correcto. Situado en un promontorio con vistas al mar y a la ciudad de Riviere. Tiene piscina, bar, restaurante. Personal amable.

El hotel bien, el tiempo meteorológico mal (lluvia, niebla en agosto)

El hotel estaba muy bien situado, para poder hacer excursiones por la zona , y a ver a las ballenas. Buenas instalaciones y posibilidades para ir en bici, ginmasio... El personal muy amable.

Me encantó este hotel a orillas del río San Lorenzo. ¡Qué experiencia más increíble ver ballenas cruzando el río al llegar! Las habitaciones son acogedoras y tienen vistas al río, lo que permite disfrutar de puestas de sol impresionantes. Las instalaciones son de madera y el restaurante tiene un ambiente cálido, con un fuego a tierra y una amplia variedad en su menú. Además, está ubicado cerca de la playa y del paseo marítimo, lo que lo hace perfecto para desconectar y relajarse. ¡Recomendable en verano para pasar unas vacaciones inolvidables en familia!

Me hubiera gustado que el desayuno tuviera más opciones para los niños.